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Nuevo. José J. de Olañeta editor.
Plutarco, sacerdote de Apolo y filósofo platónico, ve en los mitos de Egipto y de Grecia una similitud esencial de significado que expone en esta obra célebre sobre Isis y Osiris, pues Plutarco sabe que las diferentes religiones no son sino diversas maneras de exponer unas mismas verdades perennes.
Debemos a Plutarco de Queronea (46-120 d.C.) la transmisión hasta nosotros de una parte muy importante del patrimonio intelectual helénico; su obra, amplia y variada, refleja el rico panorama filosófico y religioso de aquel mundo complejo, ecléctico y místico del helenismo, caracterizado en gran parte por la fecunda interrelación entre la cultura griega y las culturas orientales que la rodeaban. Isis y Osiris es un buen ejemplo de esta fusión de elementos culturales y religiosos. Plutarco, sacerdote de Apolo, filósofo platónico y seguidor del neopitagorismo, estaba convencido de la unidad esencial de todos los cultos y de que las diversas figuras míticas y representaciones religiosas de las diferentes tradiciones no eran más que ropajes distintos, adaptados a las diferentes circunstancias temporales y humanas, que envolvían a unas mismas verdades universales.
97 págs. 21x16 cm. Rústica con solapas.
Nuevo. José J. de Olañeta editor.
Plutarco, sacerdote de Apolo y filósofo platónico, ve en los mitos de Egipto y de Grecia una similitud esencial de significado que expone en esta obra célebre sobre Isis y Osiris, pues Plutarco sabe que las diferentes religiones no son sino diversas maneras de exponer unas mismas verdades perennes.
Debemos a Plutarco de Queronea (46-120 d.C.) la transmisión hasta nosotros de una parte muy importante del patrimonio intelectual helénico; su obra, amplia y variada, refleja el rico panorama filosófico y religioso de aquel mundo complejo, ecléctico y místico del helenismo, caracterizado en gran parte por la fecunda interrelación entre la cultura griega y las culturas orientales que la rodeaban. Isis y Osiris es un buen ejemplo de esta fusión de elementos culturales y religiosos. Plutarco, sacerdote de Apolo, filósofo platónico y seguidor del neopitagorismo, estaba convencido de la unidad esencial de todos los cultos y de que las diversas figuras míticas y representaciones religiosas de las diferentes tradiciones no eran más que ropajes distintos, adaptados a las diferentes circunstancias temporales y humanas, que envolvían a unas mismas verdades universales.
97 págs. 21x16 cm. Rústica con solapas.